7 de abril de 2009

Final de Temporada


Al llegar el fin del verano se va haciendo el momento de empezar a cambiar de modalidades de pesca y de especies. Esto significa que a los que nos gusta pescar en diferentes ámbitos y con equipos y técnicas totalmente distintas, tenemos que empezar a dar cierre a la búsqueda de las tarariras para comenzar con el pejerrey.

No es una regla fija, ni que todos los pescadores toman al pie de la letra, es lo que comúnmente pasa ya que estas dos especies son las mas pescadas en general.


Los amantes del spinning no nos resignaremos a guardar los muñecos, iremos seguramente en busca del dorado y algunas otras especies cazadoras en el alto parana. Pero lo que es indudable es que las distancias y el costo hacen que sea casi imposible mantener el mismo ritmo de salidas que se hacen durante la temporada estival a la hoplias.


Por ello y antes de tener que desempolvar las 3 boyitas, hicimos el cierre de temporada taruchera en Aguas Claras, con los amigos del foro de Pescarinfo, que fuimos habituales de este espejo en toda la temporada.

Como siempre el evento contó con la organización de Nico y Matzy (dos monstruos que estuvieron en todos los detalles) y la convocatoria superó ampliamente todo lo imaginado.


Por ser la última se hizo a todo trapo, con acampe nocturno en el casco de la estancia, asado y pesca de dos días. Un gran acontecimiento que hizo posible que gente de La Plata, Gran Buenos Aires y Rosario se plegara a la misma.

En total fuimos 24 pescadores desde distintos puntos del país en busca de la emoción que solo puede producir una caña en mano y la amistad de un compañero al lado, tratando de engañar a ese pez soñado que siempre se nos escapará para esperarnos en la próxima salida.

Bueno, nos juntamos en la YPF de Alberdi la mayoría de los integrantes, salvo los rosarinos que venían por otra ruta y Nico y Matzy que ya estaban en la laguna desde el día anterior. Después de los saludos de rigor, presentaciones y desayuno seguimos con la caravana rumbo a Las Dos Aguas.


Una ves ahí y con el grupo completo comenzó toda la fiesta del encuentro. Ver cambiarse a 24 pescadores, conversar de señuelos, de técnicas y de mil cosas mas no es algo de todos los días. Ya el clima que reinaba era de camaradería total y buena onda.

Al llegar al espejo de agua se veía que seguía con su lenta e inexorable bajante. Había perdido como 30 cm por lo menos desde la última visita. Lamentablemente si la lluvia no acompaña no creo que sobreviva para la temporada que viene. Para colmo la gambarrusa ya es casi pasto sobre superficie en casi toda la laguna lo que hace la pesca mas difícil todavía.


Arrancamos en el centro de la laguna, con casi nula actividad, saliendo alguna remolona cada tanto. Yo arranqué, como era de esperarse, con el Subwart clásico que cambié al no tener actividad por un Mini Gobe de NG que obtuvo sus primeras piezas.

La mañana transcurrió muy floja en general para todos, por lo que ya adentrada la misma decidí hacer cambio de zona, yendo para el fondo de la laguna al claro grande que hace a la ves de entrada a los callejones interiores y que tantas veces nos había resultado.
Me acompañó el Ingles, Facundo,Spinningero, Telmo y los rosarinos Diego y Ñandú.

Al llegar los freno en seco a los chicos y les digo, antes de meternos al agua a tirarle a la costa. Apenas tocaron los artificiales mios, del Ingles y de Diego el agua, pique clavada. La promesa parecía cumplirse. Lamentablemente se dieron unos piques mas y se cortó por lo que empezamos a meternos en los callejones.


La cosa venía durísima, no dábamos con el señuelo indicado ni el lugar justo hasta que me metí en una canchita chiquita que tenía mucha vegetación y no prometía mucho. Cambié de artificial y puse una ranita wee frog de rebel con paleta corta haber si la podía hacer traccionar despacio y no se enredaba en los pastos.

Tiro, recojida y ¡zas! Pique. Fotos de rigor, tiro de nuevo, tracciono despacio ¡zas! Otra. Encontré la cueva dije. Se me acerca el Ingles y le digo tira acá que ta lleno. Probó con todos los señuelos que tenía sin suerte. Era el momento de la wee y no había con que darle.

Saqué 7 taruchas al hilo, con los gritos del Ingles insultándome cariñosamente en todos los idiomas y con los murmullos de los muchachos que probaban con suerte dispar en un claro anterior mas grande.


Salimos para almorzar y disfrutar de toda la camaredería y pasión que se hace carne en nosotros con este deporte. Creo, que una salida de pesca sin esos encuentros intermedios o posteriores donde se comparte el placer de ser y estar no sería realmente una salida de pesca.

El bocha se mandó un asado demoledor de esos que quedan en las papilas gustativas y en las retinas por años acompañada de picada previa y muchas beibidas refrescantes y espirituosas a voluntad.

Ya por la tarde y apenas pudimos sobreponernos de la comilona encaramos al Dios Sol, para buscar mas hoplias mallabaricus.
Volvimos por el fondo de la laguna a probar por los callejones donde con el MiniGlobe de Ng hice una buena cuenta de ellas. Ya para la tarde nos encontramos todos en un limpión enorme que se abría en el fondo de todo y que yo no conocía.

Ahí pescamos un rato, no mucho por mi parte porque no encontré el punto y porque se me rompió la Wee y el dolor de la pérdida me hizo olvidarme del objetivo. Ya con la tarea del día cumplida salimos a despedir a algunos de los chicos que se volvían y a aprontar la cena y las carpas para los que nos quedábamos.


La noche fue espectacular, con una buena picada y lo que sobró del asado del almuerzo. La charla entre chistes, anéctdotas y un CD que puso Matzy de un cordobés cuenta cuentos fue memorable y, ya cansados, decidimos meternos en las carpas a descansar,

Ya bien temprano por la mañana, mates de rigor y de nuevo a la cancha. La pesca se dio bastante floja en el centro de la laguna hasta que a media mañana emprendimos en busca del claro del fondo de todo, donde habíamos pescado al final del día anterior.
Ahí la cancha de pesca estaba espectacular, con la gambarrusa estaba un poco mas debajo de la superficie, dejándonos espacio para que trabajen bien los señuelos.

Yo seguí pescando bastante bien con el MiniGlobe, hasta que decidimos ir con Nico y Matzy a un callejón que se formaba a la izquierda del claro. Entramos y tuvimos algunos piques sin concretar.

De pronto vimos en una callecita muy angosta que apuntaba a otro clarito un par de movimientos tarucheros. Nos acercamos con Matzy y vimos que la gambarrusa era a flor de agua y muy angosto el pasaje hasta otro clarito. Decidimos poner ranitas de latex antienganche y probar en la calle.

Fue increíble la sorpresa cuando en cada tiro teníamos un ataque de taruchas. Estaban todas metidas adentro de la calle bajo el pasto, como la rana alcanzaba a pasar bien sin engancharse, las guachas salían del verde como rayo y atacaban con locura la pobre rana.


Fue una hora y media de pesca espectacular con infinidad de piques tomados y errados, realmente un placer pesqueril ese hueco que nadie daba dos pesos por él.

Llegado el mediodía emprendimos regreso al casco para comer unos patys en la parrilla, beber y descansar un poco, para pegar la vuelta y llegar temprano a nuestras casas.

El final de temporada se había dado como soñamos, con mucha y buena pesca, y con la compañía de un grupo que cada salida es mas numeros y mas compañero. El final queda abierto, porque esperemos seguir en esta senda y seguir cosechando amigos en este hermoso arte que es la pesca con artificiales.














 
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