20 de abril de 2008

Alto Viento en Altos Verdes


Y finalmente fuimos a Altos Verdes. El domingo pasado y aprovechando las ganas que teníamos de juntarnos con parte de la nueva banda pescadora...Los cuatrero´s team, reservamos un bote en el pesquero Orfilia. El equipo expedicionario lo conformamos con el Lampara, Danonino Marq´s, Facu fishing y quien escribe. Toda una banda pescadora especializada en esta pesca hermosa que es la del pejerrey.

Llegamos al pesquero a la hora señalada, las 8 en punto, por lo que con la desesperación que nos caracteríza siempre, armamos todo en cinco minutos y en diez ya estábamos arrancando el motor para partir a las aguas. Ya al comenzar la navegada nos dimos cuenta que el viento era bastante fuerte, sin llegar a ser intenso, pero lo suficiente para preveer una jornada difícil.
Salimos directamente al frente del pesquero casi sobre la costa de enfrente y comenzamos un garete hacia el sur bastante rápido y que no nos rindió en suerte.
De ahi y viendo nula actividad decidimos ir para el fondo de la laguna, donde está la costa del molino y garetearla desde ahí. Salieron algun que otro pescadito de medida, pero muy muy espaciado.
Ya a esa hora el viento era incesante y no nos dejaba ni garetear con soltura y menos ver las boyas a distancia.
Nos corrimos hacia la izquierda del pesquero en busca del reparo de los montes que se forman allí. Aprovechamos para anclar ya que todas las lanchas que estaban en esa zona estaban anclados. En esta modalidad salieron un par de piezas mas, una, pescada por marquitos, de hermosos 42 cm.En un momento el ancla se soltó, y empezamos a garrear y ahi hubo algo mas de actividad. Entonces volvimos a la misma técnica de tirar el ancla de capa, y el ancla de fondo logrando garetes mas lentos.


Hasta esa hora, todos los chicos habían agarrado algunos pescaditos y yo seguía invicto. Tuve una salida negra en cuanto a enredos del maldito multifilamento con tanto viento, por lo que ya me estaba desesperando.
A las dos de la tarde arrimamos para el lado de los bidones hundidos haber si lográbamos mejorar la cosa. Por suerte ahi tuve una seguidilla de piques y pude levantar un par de pescados.
A las tres de la tarde se levantó un viento fuertísimo y el cielo se puso negro, por lo que salimos corriendo hacia el pesquero, cargamos los bártulos y salimos rapidísimo. El camino de tierra de unos trece km, es muy peligroso en cuanto si cae una buena lluvia se hace intransitable.
Bueno, en lineas generales no fue una buena jornada. Por suerte, levantamos unos 25 pescados de medida, con un par de sorpresotas. Toda la pesca se dió entre 20 y 40 cm de profundidad y con mojarra mediana de carnada.
Para que se den una idea del clima solo saqué dos fotos en todo el dia de pesca, inclusive afuera del agua no pude sacarle un par de fotos a los chicos con la cocecha
Altos Verdes está con muy buen pescado, hay que tener suerte con el clima del día de pesca y hacer bien los deberes. A mis amigos que me acompañaron que les puedo decir, que me recagué de risa otra vez y no tienen desperdicio las salidas con ustedes.
A los del cuatrero´s team que no vinieron esta vez, Danielito, Big, Adrian la próxima los espero asi nos llenamos mas de escamas...

9 de abril de 2008

Indócil Chasicó

La soñada le dicen algunos. La mas bella otros. La jodida algunos mas. Todos esas expresiones reflejan, en parte, lo que sienten los amantes de la caña cuando la visitan. Es una laguna endemoniada que hace lo que quiere y cuando quiere. Ella bien sabe que, sus amantes y detractores jamas la van a olvidar. Es como esas minas que saben que son lindas por demas y se aprovechan, eligen a quien giñarle un ojo, a quien darle vuelta la cara, a quien besarlo apasionadamente y a quien mirar con desprecio. Asi es ella, caprichosa, insolente, violenta pero a la vez gloriosa, encantadora y suave.

Chasicó sabe bien a que juega. Podes creer que la conoces y te sopapea con un sapo histórico, pero podes llegar resignado a perder una ves mas y te regala la pesca de tu vida. Así es ella. Indócil, como bronce desbocado, te niega asi como te da. Es cuestión de esperar y rogarle que se acuerde de uno, que se brinde entera y espléndida como ella sola puede hacer. Así es ella y así será por siempre


Esta salida a la salvaje no era una salida mas. Siempre esperamos que llegue esta época para visitarla ya que el calor está en baja pero el frío y el viento mortal todavia no está firme por lo tanto, son mas los días lindos y pescables que los clásicos temporales de Chasicó, como las excursiones de la página se tienen que armar con tiempo es preferible jugarse en estas fechas a que te toquen de los primeros.


El arranque de los cuarenta y dos locos fue como suele ser, a puro jolgorio, con esa dulce ilusión de niño feliz ante un nuevo descubrimiento. Ansiedad carcomiente durante un largo, larguísimo camino que va en ascenso directo a medida que sentimos su presencia y sueños de respetuosa victoria sobre la mas bella.

El viaje fue placentero y sin contratiempos lo que era un gran augurio. No habían sido fáciles los anteriores donde la carretera impiadosa y el mal estado del rodado nos habían jugado pasadas feas. Pero esta vez todo se cumplió en tiempo y forma. Un buen augurio, si, un buen augurio.

La llegada a la entrada de la ruta es un momento casi culminante pues es ahí que nos damos cuenta que el sueño es realidad y la soberana está realmente cerca. El camino de tierra, entre un paisaje agreste, casi salvaje, de pampa argenta, con la fauna de Quiroga al alcance del ojo menos sagaz, nos envuelve en mito y realidad. Las dunas de sal son espejismos del desierto, es incomparable la confusión que nos despierta.¿ Es agua?¿Es sal?´¿Es la laguna? Es increíble, pero, a pesar de que sabemos la respuesta, siempre que las vemos nos preguntamos lo mismo. Es un clásico.


Despues de cuarenta kilómetros a pleno paisaje natural encontrar el pueblo de Chapalco realmente abruma. De la nada y en la nada, un pueblo de casas bajas que en cada salida parece multiplicarse por dos, se muestra activo y pujante como cualquiera de la pampa húmeda. La amada los cuida, los proteje y les da el regalo del ímpetu y la voluntad para progresar día a día sin detener su marcha.

Un desayuno reconfortante y que nos une como en el vestuario de un campo de futbol es el próximo paso. Allí todos somos técnicos y jugadores, nos aconsejamos, preparamos las estrategías, nos damos ánimo y nos cargamos como si fueramos hinchadas rivales, todo en un solo momento y en un solo lugar. La pesca es así de pasional y loca y solo los locos podemos entenderla.


La subida a los truckers fue como siempre, ansiosa y a las corridas. Una vez allí, a sus pies, todo el mundo se desepera por estar dentro de ella, nadie quiere esperar mas y disfrutarla. A mi me tocó salir con un amigo de la vida que este deporte me ha regalado llamado Dieguito, su Papá Ricardo, el amigazo guillo y el inefable maresca (no pregunten porque le dicen asi).

Una vez acomodados y al comando del Capitán Diego, zarpamos rumbo a la derecha del pesquero en busca de las bahías para probar suerte. No la tuvimos. Seguimos viaje hacia la entrada del vivero y tampoco. Despues de una hora de intentona los nervios de no ver las flechas de plata eran muchos. Nos cruzamos la laguna en busca de la costa de Medanos y nada. Nos fuimos a la entrada del embudo, lugar preferido para el rey pez pero tampoco tuvimos respuesta. Desde ahí vimos un monton de botes en la costa de los rastros y arrimamos.

Ahí al ver a todos pescando de fondo hubo cambio de planes. A poner líneas de fondo de dos anzuelos con brazoladas largas y plomada voladora de 40 grms. Max. El resultado no se hizo esperar y comenzamos clavando hermosos dobletes plateados. La alegría duró un rato y tuvimos que volver a movernos en busca de un nuevo raconto de pesca.

Ya a esa altura la pesca era pobre y la idea de un fracaso en la indócil se hacia mas fuerte. Una buena picada regada de unos nectares de Baco refrescaron las fuerzas y volvimos a la intentona. No nos puede vencer era la premisa y por esta le rogamos a todos los Dioses que nos iluminen para lograrlo.


Estuvimos recorriendo la costa de ravanese y despues de ver nuevamente un enjambre de lanchas en frente de Medanos nos atamos a un árbol hundido sin obtener los resultados esperados.

Ya con la autoestima en violenta caída nos movimos a los rastros de nuevo pero mas cercanos a la costa y mas a la derecha, nos anclamos y ahí obtuvimos algunas respuestas de fondo con buenos portes. Como la desesperación era atormentante tambíen sacamos a la cancha las de tres boyas y pescabamos a dos cañas. En ese intento desesperado aparecieron algunos pejerreyes a flote sin ser demasiados.

Como ya se nos acercaba la hora de volver decidimos desanclar y garetear desde ahí hacia Chapalco ya que el viento nos acompañaba. Todos con líneas de fondo y probando al vuelo logramos capturar algunos buenos portes, pero espaciadamente.


Y acá viene el momento en que los Dioses se apiadaron de nosotros y dejaron que la mas bella nos demostrara porque le dicen así. Veníamos navegando con el ancla arrastrando por el fondo para hacerlo mas lento y de repente se ancló en frente del Matungo. Y bue dijimos, ya eran las seis de la tarde, la pesca fue floja, probemos un ratito mas anclados acá.

La sorpresa cuando bajamos las líneas de fondo fue tremenda. Era un toquecito sutil y ponerse mas tensa la línea en el agua. Clavar y estallar. Uno tras otro. Violentos e irrepetibles. Dobletes por acá y por allá de pescado de cuarenta centímetros para arriba. Una fiesta total. Con Diego pescábamos con cañas de spinning liviano que estallaban ante semejante poder. Pescamos hasta que el sol bajó casi a ras de horizonte y decidimos volver.

La pesca, aunque fuera de fondo, fue espectacular, tanto por la cantidad como por la calidad. Fue cuestión de esperarla, encontrarla y que los Dioses nos dieran una mano grande. Pero cuando se dio fue algo que no me voy a olvidar facilmente durante muchísimos años de mi vida pescadora. Ciento cincuenta pescados de gran porte en el bote dieron prueba de ello.


Fuimos los últimos en salir y al llegar una catarata de retos por la preocupación dada al resto de los muchachos nos recibió de pleno. Cuando le explicamos que encontramos el paston a esa hora lo entendieron. Saben que cuando se te da no lo podes desperdiciar por nada del mundo, asi es la pesca, asi somos los pescadores.

Algunos pescaron bien, otros poquito y nada. Algunos encontraron el paston a flor de agua, otros solo agua. Esta laguna es asi, una incógnita natural que obliga a tratar y probar. A no encapricharse. A probar todos nuestros equipos y conocimientos. Y así y todo no te asegura nada. O la mejor pesca de tu vida o el sapo mas espantoso. Así es ella y así me está empezando a enamorar seriamente.

Mis amigos, los cortitos de ensenada, con adrian clemente y el carpero Big los encontraron haciendo surf en el embudo. Una fiesta total. Alvarito, el capitan 5 litros, se volvió a quedar sin nafta para variar, Betito la siguió odiando con todas sus fuerzas, no hay caso Beto, no hay caso. Anécdotas y mas anecdotas. Un viaje con olor a estilo de vida.


El cordero servido como despedida redondeó un gran momento rodeado de gente maravillosa que me enseña en cada salida que la vida es una sola y que hay que vivirla a pleno, sin condicionantes, entregando todo y disfrutando todo. Nunca mejor esa frase de una canción de Marilina Ross... Honrar la vida.


La vuelta fue un compendio de promesas de volver , de análisis, de victorias y fracasos hasta que el cansancio total se apoderó de los mas revoltosos y quedamos todos en letargo total hasta la llegada al bendito hogar.

Amada y odiada, Chasicó, la índócil, nos regaló otra de esas jornadas para memorar por mucho tiempo.



 
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