25 de marzo de 2008

Esquina y sus tesoros dorados

A las 8 de la mañana Marito ya estaba en puerto y comenzamos a cargar las cosas. Salimos rumbo al río corrientes navegando durante algo mas de 30 minutos para llegar al majestuoso Paraná. Por suerte, el mal clima amenazante dejó paso rapidamente a un cielo nublado con ratos de sol y muy poco viento. Lo que se dice un clima ideal. Empezamos con pasadas al garete que no tuvieron ningun resultado por mas de dos horas. En algun momento tuvimos algunas aflojadas de línea que eran el claro momento en que el dorado come en forma dudosa jugando con la carnada en la boca, pero nunca llegamos a tener la certeza del pique para clavar

A media mañana y sin suerte, decidimos meternos en el delta en busca de alguna corredera donde encontrar al tigre de los ríos, y allí lo encontramos. En un cruce de dos arroyos, con una buena corredera, se dieron los primeros piques francos donde logramos levantar algunos doradillos de dos kilos el mas grande. Eso si, tambien estaban las palometas y las pirañas a mil por lo que para evitar perder mucha carnada, tan cara, decidimos ir a almorzar a una isla. Por la tarde nos fuimos directamente a recorrer una zona que los locales llaman el Kerosenne. Gareteando por el medio del río tuvimos muchos piques de dorados de buen porte que lamentablemente comían para atrás, es decir, aflojaban la línea y se venían para la embarcación, esto hizo que erráramos muchos piques. Mi problema era que mi caña es de acción media y es finita y no podía clavarle bien los anxuelos. Así que los traía hasta el bote y cuando asomaba la naríz ¡zas! se iba. Igual tuve la suerte de poder clavar y levantar un hermoso dorado de 6 kilos que alegró totalmente la tarde. Para el segundo día y en vista de la jornada anterior vivida, decidimos arrancar para el mismo lugar donde habíamos terminado con muy buen pique el día anterior. Lamentablemente el viento se presentó muy fuerte por esas horas por lo que arrimamos para el delta interior sin tener demasiada suerte en las capturas. Siendo el mediodía y viendo que la cosa venía floja, a parar en otra isla a hacer el asadito de rigor con todos los complementos del día anterior. Como el día se estaba poniendo medio oscuro y para aprovechar las ultimas horas de pesca de esta aventura decidimos no alargar mucho la sobremesa y encarar directamente a la zona del Kerosenne pero en ves de a rio abierto, gareteandolo por un arroyo amplio que desembocaba ahí. En la primera pasada se me escapó un lindo dorado y uno de los chicos sacó un cachorro de surubi de 5 kilos. La zona pintaba bien y estaba reparada bastante del fuerte viento y de la llovizna que ya imperaba a esa hora. Por lo tanto decidimos seguir haciendo pasadas por esa zona y ver si seguiamos teniendo suerte. Y la suerte no se hizo esperar, salieron algunos doradillos mas, yo tuve la suerte de sacar otro hermoso dorado de 6 kilos aprox. Y para el postre, Beto se dio el gusto de sacar su primer surubí , de 10 kilos. Pero lo mejor, el hermoso surubí de 15 kilos que sacaron los chicos con la ayuda del guía. Realmente la pesca fue excelente tanto en cantidad de piques como en la calidad del pescado, con dos días que ayudaron muchísimo en lo climático para poder disfrutarlos. Un paraíso de la naturaleza y de la pesca que me permitió hacer la salida tan postergada que tenia pendiente. Realmente un placer que, como diría un amigo “Solo los Dioses y Nosotros nos podemos dar”.

1 Haga aqui su comentario:

Anónimo dijo...

La verdad WALLY , me gustaría sacar un tigre como ese, si que fue buena pesca amigo.

 
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